Periodos y estilos artísticos |
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Los primeros vestigios de la historia del arte que aparecen en esta zona son de época prehistórica y, especialmente, romana. Se conservan restos de bifaces, hachas y otras muestras de la industria de la época prehistórica, así como abundantes restos de poblados y edificaciones de la Hispania romana. El arte islámico también dejó su impronta, como se aprecia, sobre todo, en las excavaciones arqueológicas del Castillo Mayor de Daroca. En ellas han aparecido yeserías y restos de la alcazaba de la medina de Daroqa, como se denominó durante la ocupación islámica a la ciudad de Daroca. Con la conquista cristiana a principios del siglo XII llega la influencia noreuropea. El estilo dominante entonces era el Románico. De esta época se conservan ejemplos muy interesantes tanto de arquitectura románica propiamente dicha, como de la arquitectura románico-mudéjar (donde se introduce masivamente el ladrillo). También se conservan bellos ejemplos de esculturas y motivos románicos que decoraban dichos edificios.
El Gótico dejará en las comarcas de Daroca y Calamocha una amplia muestra de arquitectura gótica y gótico mudéjar (también civil), de pintura, tanto sobre tabla (Campo de Romanos reúne una interesante muestra pictórica) como mural y de la escultura, así como objetos de orfebrería y cruces procesionales. También son interesantes los elementos pertenecientes al gótico tardío. Durante el Renacimiento, además de la arquitectura, florecen los retablos (pintados, de esculpidos o mixtos), de los que se pueden encontrar numerosos ejemplos en las iglesias y ermitas de la zona. También la pintura, con la figura de los Morlanes, y la escultura tendrán una importante presencia en estas comarcas. La orfebrería, a caballo entre este estilo y el barroco, completa la galería artística en esta época. En época medieval y renacentista se inicia también la rica tradición musical darocense. El Barroco fue también una época de esplendor artístico a pesar de la crisis económica. La arquitectura de la época se aprecia, sobre todo, en las numerosas iglesias medievales que durante estos años fueron reformadas. También se conservan numerosas obras pictóricas y escultóricas, particularmente retablos. Por el contrario, la platería se ve gravemente afectada por la crisis , pero, aunque sin la brillantez de la época anterior, continúan realizándose importantes contribuciones. Por el contrario, es en el siglo XVII cuando la música darocense alcanza su máximo esplendor, continuando durante el siglo XVIII.. La época contemporánea coincide con una gravísima crisis económica y demográfica en la zona, que no podía dejar de afectar al mundo artístico. No es extraño que en los siglos XIX y XX no abunden las obras de nueva creación; más bien se tiende a reformar algunas de las ya existentes, sobre todo, obras arquitectónicas. También encontramos diversos artistas actuando en los campos de la pintura, escultura y música.
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