Pintura mural |
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Lejos de la impresión que causan ahora sus desnudos muros de piedra, las paredes de las iglesias románicas y góticas -y, especialmente, sus ábsides y capillas- estuvieron decorados con abundantes pinturas murales o sobre tabla. Los conjuntos murales se realizan tanto al fresco como al temple sobre el muro. La época de esplendor de los conjuntos murales aragoneses se inicia hacia el 1300, prolongación de la potente tradición mural aragonesa de época románica. Se trata de obras de estilo gótico lineal o francogótico, de la primera etapa de la pintura gótica aragonesa. En la zona de Daroca se han conservado estupendas pinturas murales de estilo gótico. Destacan especialmente los conjuntos de San Juan y San Miguel, en Daroca, y los murales de Anento. Se trata de conjuntos murales con gran influencia románica, como se puede apreciar por su característica orla en zigzag. El conjunto más grandioso y mejor conservado es el del ábside de la iglesia de San Miguel. Consta de cuarenta y ocho casas pintadas al temple. En su centro destaca el tema de la Coronación de la Virgen. En la parte baja aparece un banco con los doce apóstoles bajo arcosolios góticos flanqueando una suerte de muro.El resto son tres hileras de ángeles. La superior con velas, la inferior con incensiarios, y lo que es más interesante, la central con diversos instrumentos musicales. De la iglesia de San Miguel procede también el conjunto mural de Santo Tomás, que se expone en la actualidad después de haber sido arrancado y restaurado en la sala de Primitivos del Museo de Zaragoza.
La iglesia de San Juan conserva parte de un conjunto mural dedicado a su titular. San Juan aparece en el centro con el Agnus Dei (el Cordero Divino), y a ambos lados se suceden escenas de su vida. Preside el conjunto en la parte superior la Santa Cena. El mural debió pintarse en la primera mitad del siglo XIV. La capilla de los Corporales, entonces altar mayor, fue decorado en 1372 por Henric de Bruselas. El conjunto se encuentra muy deteriorado y parcialmente oculto por la bóveda estrellada construida en el siglo XV. Se estructura en cuatro niveles. En su parte inferior se representa el nacimiento de Cristo, en su zona intermedia Dios Padre recibiendo a la Virgen Asunta, en su zona superior Cristo en majestad rodeado de unos ángeles con versículos de gloria, y, por fin, un cielo figurado con el Sol, la Luna y las estrellas. |
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