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Orfebrería gótica

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Dr. Francisco Javier García Marco (Univ. de Zaragoza)

La orfebrería fue una de las actividades artesanales en las que la ciudad de Daroca destacó de forma especial. Se documentan orfebres ya en 1384, año en el que un acta notarial menciona a un platero llamado Miguel.

Las piezas más antiguas que se encuentran en la comarca son obras procedentes de otros talleres, como la arqueta de los Corporales, de la segunda mitad del siglo XIII, y realizada en Valencia o Barcelona, y la custodia-relicario de los Corporales, producida en Zaragoza entre 1384 y 1386.

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Arqueta de los Corporales de Daroca

Las primeras obras propiamente darocenses que se conservan son del siglo XV. Son en su mayor parte cruces procesionales.

De principios del siglo XV es la cruz de Retascón. Desde mediados del siglo XV destaca la actividad de un taller de gran calidad que firma las piezas con un punzón propio. De este taller salieron las cruces procesionales de la Torre los Negros, una ya desaparecida que estuvo en Cervera de la Cañada, y otra conservada en el Museo de Daroca.

De la siguiente generación son una serie de cruces ya de finales del siglo XV conservadas en Barrachina, Tornos, Ferreruela, Odón, Pozondón, Rudilla, Valdehorna, Villafeliche, Villanueva de Jiloca y Villarreal de Huerva, la de Santiago de Albarracín y otra conservada en el Museo de Daroca. Del mismo taller salieron el cáliz del Museo de Daroca, de mediados del XV, y los más tardíos de Anento, Atea, Museo de Daroca, Ferreruela, Lechago, Pozondón, Torrijo del Campo y Villanueva del Rebollar, la custodia de Cutanda; el lignum crucis del Museo de Daroca; las crismeras del museo de Daroca y de Fuentes Claras, Tramacastilla de Albarracín y Villarreal de Huerva; la pareja de incensarios y la naveta del Meso de Daroca y el de Lechago.

De otros talleres salieron obras de inferior calidad y acabado sin firma. Sin embargo, destacan obras maestras como la cruz de Murero y el cáliz de Retascón, de mediados del siglo XV. Otras obras destacables son la cruz de Nueros, el cáliz de Ferreruela, unas crismeras de Castejón de Tornos y Mata de los Olmos, y la más tardía custodia de Paniza y el nudo de la cruz de Cuencabuena.

De finales del siglo XV es una cruz conservada en Horcajo, la custodia de Balconchán y las crismeras del Museo de Daroca. Por fin, de principios del siglo XVI son unas cruces de Monreal del Campo, Olalla, Cosa y Caminreal, estas dos últimas de estilo gótico renacentista, un cáliz de Almohaja y un incensario de la Catedral de Teruel.

 

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