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Dr. Francisco Javier García Marco (Univ. de
Zaragoza)
Frente al románico en ladrillo de los primeros edificios mudéjares de Daroca, el
mudéjar pleno configura un estilo con una enorme personalidad propia, cuyas formas
pervivirán más allá del gótico clásico durante el Renacimiento, el Barroco e,
incluso, hasta nuestros días.
En muchos aspectos, singularmente, en los edificios religiosos, la construcción en
ladrillo llegará a un compromiso con los estilos cristianos. Así, por ejemplo, las
techumbres en madera son escasas en las iglesias y claustros, donde se prefiere ejecutar
bóvedas en ladrillos. Las galerías de arcos apuntados o de medio punto son un compromiso
con las formas góticas y renacentistas. El elemento más característico de la
arquitectura mudéjar son, sin duda, las torres, herederas directas de los alminares
hispanomusulmanes. La comarca de Daroca y Calamocha ofrece un repertorio completo de
torres en sus diversos estilos desde las torres románico-mudéjares hasta el mudéjar
tardío de la ribera del Jiloca.
En Romanos se conserva una de las torres mudéjares más bellas de Aragón, de planta
cuadrada y decorada con arquillos entrecruzados y frisos de rombos. Un arco apuntado
cegado en su base la aproxima a las torres puerta de Teruel. Esta obra es de finales del
siglo XIV. También es de planta cuadrada la torre de Villar de los Navarros, posiblemente
de principios del siglo XIV. Similar a esta última es la torre campanario de Herrera de
los Navarros, de planta cuadrada, rematada en chapitel octogonal y con decoración de
rombos de ladrillo, al estilo mudéjar. También la iglesia de Villarreal de Huerva
presenta una torre mudéjar que correspondería a los restos de la antigua iglesia
medieval.
© Julián Serrano Iglesia Parroquial de Santa
Ana de Mainar
Poco antes de llegar a Daroca desde Zaragoza, podemos disfrutar de la torre de la
Iglesia de Mainar, octogonal y de seis cuerpos, construida a mediados del XVI a imitación
de la desaparecida Torre Nueva de Zaragoza, aunque también se parece a Santa María y San
Andrés de Calatayud. Torres mudéjares de inspiración renacenista son también las de
Ferreruela, Villahermosa, Fuentesclaras, Villafranca y Olalla.
© Fabián Mañas Iglesia parroquial de San Juan
Bautista de Herrera de los Navarros
Aguas del Jiloca arriba de Daroca se conservan tres hermosas torres mudéjares
tardías, construidas en plena Edad Moderna: las de San Martín del Río, de mampostería
y ladrillo, la de Báguena -terminada en 1609-1610,- y la de Burbáguena, de cantería y
ladrillo -terminada en 1768-. Su estructura es la misma: cinco cuerpos superpuestos, el
primero de planta cuadrada y los cuatro restantes de ocho lados.
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