Icono sección Naturaleza

Río Huerva

José Antonio Domínguez
Luis Bolea Berné

El río Huerva nace en Fonfría, en la Sierra de Cucalón, a 1.280 m de altitud, y desemboca en el Ebro a su paso por Zaragoza capital, a 200 m, tras un recorrido de 128 km. Su cuenca abarca 1.020 km2 y atraviesa comarcas con escasa pluviometría, por lo que su aportación media al Ebro es sólo de 67 hm3 anuales, siendo mínima la recepción de aguas subterráneas e inexistentes los afluentes permanentes.

A pesar de su escasa entidad, el Huerva origina un singular soto fluvial a lo largo de su recorrido, que supone un auténtico oasis en las amplias parameras que atraviesa, especialmente en Campo Romanos.

Tras nacer cerca de Fonfría, recorre varios kilómetros entre la Sierra de Cucalón antes de entrar en la altiplanicie de Campo Romanos, por la que discurre lentamente y con poco caudal hasta llegar a Villarreal de Huerva, donde recibe el aporte del Arroyo de Villalpando, lo cual lo incrementa notablemente su caudal.

Poco después gira en dirección Este para adentrarse en el valle formado por las sierras de Modorra y del Peco, cambiando a partir de aquí la fisiografía del río. El valle se estrecha, aparecen los sotos de ribera y recibe las aguas de pequeños barrancos tributarios, poco importantes en cuanto a caudal pero sí de gran importancia faunística y paisajística. El río, tras rodear Cerveruela y pasar Vistabella, vuelve a girar en dirección Norte, formando las hoces del Huerva, quizás el paraje de mayor belleza de este río. Poco después llega al embalse de Las Torcas, abandonando el Sistema Ibérico y adentrándose en el valle del Ebro.

En los barrancos del río Huerva quedan algunas de las últimas poblaciones del cangrejo de río común (Austropotamobius pallipes). También encontraremos especies cada vez más escasas como el barbo culirroyo (Barbus haasi), la bermejuela (Rutilus arcasii), la madrilla (Condrostoma toxostoma). La culebra viperina (Natrix maura) y la rata de agua dan buena cuenta de ellos.