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Lagunas de la Zaida y Guialguerrero |
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Estas dos pequeñas lagunas, la Zaida y Guialguerrero, se sitúan al NO de la Laguna de Gallocanta. Laguna de la Zaida La más característica es, quizás, la Laguna de la Zaida. Recoge las aguas de los arroyos descendientes de la Sierra de Santa Cruz y son recogidas en una cubeta de 170 ha, pero de escasa profundidad. Las aguas son reguladas por una presa construida en el Siglo XIII. Los años pares se deja que se inunde la laguna y los impares el agua se desvía a Gallocanta a través de la Acequia Nueva, cultivándose estos años las tierras. Con este centenario método se consigue mejorar la fertilidad del suelo y, por tanto, la producción. No obstante, este sistema de gestión limita considerablemente la presencia de vegetación palustre y comunidades biológicas estables. Únicamente algunos invertebrados y algas se han adaptado al ciclo bianual. Cuando aparece inundada, La Zaida contiene agua dulce a diferencia de Gallocanta, lo que permite la presencia de invertebrados acuáticos y especies de aves ligadas a este tipo de aguas, como el fumarel cariblanco, la pagaza piconegra, zampullines chicos, patos y limícolas. Laguna de Guialguerrero Este pequeño humedal de menos de 10 ha se nutre de manantiales, por lo que su nivel es estable. El agua es dulce y poco mineralizada. A diferencia de La Zaida, ésta sí posee un cinturón de vegetación, dominado por aneas, carrizos y juncos. La especie más abundante es la focha. También pueden verse el somormujo lavanco y los zampullines chico y cuellinegro, el ánade real y el pato colorado.
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