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Bosques de sabina albar

Dr. Javier del Valle Melendo
José Antonio Domínguez
Luis Bolea Berné

Nombre común: sabina albar o sabina vera
Nombre científico: Juniperus thurifera

La sabina albar o sabina vera pertenece a la familia de las Cupresáceas. Suele extenderse por áreas de suelos poco profundos, secos y en general menos favorables para otras formaciones, pues es una especie muy resistente a condiciones climáticas duras como temperaturas extremas, como consecuencia de la fuerte continentalización del clima de la zona, y periodos largos de sequía. También soporta suelos pobres en nutrientes. Es una especie, por cierto, muy longeva. Su follaje es perenne y los frutos son unos conos esféricos de color azul blanquecino que gustan mucho a las aves.

En la zona son escasos los bosques en los que esta especie es dominante. Podemos destacar los localizados al SO de Aldehuela de Liestos (en la margen izquierda del río Piedra) y en las sierras que limitan por el E el valle del Jiloca, concretamente al SE de Calamocha y al E de Rubielos de la Cérida. Sin embargo, la sabina con frecuencia aparece mezclada con otras especies, principalmente con encinas (Quercus rotundifolia).

La formación forestal que resulta, el sabinar, suele ser abierta, con amplios espacios entre los que se desarrolla un estrato arbustivo denso dominado por enebros (Juniperus hemisphaerica) y la gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi) y donde cunden herbáceas como las festucas (Festuca spp.).

El sotobosque, si es degradado, pasa a estar dominado por el tomillo (Thymus vulgaris). Esta formación abierta facilita que estos bosques sean aprovechados por la ganadería (pastos y ramón) y los hace especialmente aptos como hábitat de numerosas especies faunísticas, principalmente aves y mamíferos, por lo que albergan una alta diversidad y les da un gran valor ecológico.

Hay que destacar la presencia de un hermoso ejemplar de sabina en Blancas.