Arquitectura románica |
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Los conquistadores cristianos que se instalan en la comarca de Daroca tras su reconquista en 1120 comienzan a transformar el hábitat según sus gustos y modas. Los primeros edificios significativos de la Comunidad y villa de Daroca se realizaron en estilo románico, el generalizado en Europa Occidental por aquellos años. El estilo responde al denominado segundo románico aragonés o románico jaqués, caracterizado por el uso de sillares bien escuadrados y por la presencia de esculturas monumentales. La comarca de Daroca conserva interesantes restos románicos, muchos de los cuales se concentran en la propia capital de la comarca. Se trata de monumentos construidos durante los últimos años del siglo XII y buena parte del XIII, y todos ellos sufrieron mayores o menores remodelaciones en siglos posteriores. Entre las iglesias de época románica destacó la Iglesia de Santa María, de la cual
sólo se conserva el ábside, una ventana del crucero y la moldura con ajedrezado del
primitivo lado del Evangelio. Era una iglesia de una sola planta, cuya entrada principal
se situaba en la actual puerta del Perdón. Son también románicas la iglesia de San
Juan, San Miguel y Santo Domingo. De las tres se conserva el ábside, así como la torre
mudéjar de principios del siglo XIII del templo de Santo Domingo. La enfatización de las
cornisas de los ábsides de las iglesias de San Miguel y Santa
María de los Corporales
En el resto de la comarca se aprecian elementos románicos en la iglesia de San Pedro de Blancas, que continúa teniendo una apariencia de castillo. A partir de este se construyó la iglesia y se conserva la torre del homenaje convertida en campanario. Según la tradición, el Cid pernoctó de camino a Valencia; en la de San Blas de Val de San Martín, en la de Cimballa, en la Ermita de la Virgen del Buen Acuerdo de Gallocanta -que conserva un ábside románico- y en la de Santa Agueda de Loscos.
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