Dr. José Luis Corral Lafuente (Univ. de Zaragoza)
La comarca del Jiloca no sufrió de manera tan acusada la decadencia general que asoló
la España del siglo XVII. Pero no se supieron aprovechar las buenas condiciones del siglo
anterior. Tanto la industria como la ganadería sufrieron un retroceso que se manifiesta
en la degradación de las artesanías, el mal estado de los campos y el abandono de
algunos pastos y montes, con la degradación del paisaje y la pérdida de bosques, que
dejará importantes secuelas con la pérdida de la cobertura vegetal.
© Fabián Mañas Casa Avila de Luco
Pese a ello, algunos cultivos adquirirán una gran importancia, como sobre todo el
lino, que convertirá a la ciudad de Daroca en uno de los mercados más importantes de
este producto en toda la España del siglo XVII.
La primera mitad del siglo XVII mantuvo el desarrollo demográfico y en cierto modo
económico del siglo anterior, pero a partir de 1650 la crisis se cebó en la comarca del
Jiloca. Las malas cosechas, la peste y las convulsiones de la segunda mitad del siglo XVII
provocaron un descenso de la población en toda la comarca.
Anclada en unas estructuras económicas caducas, la debilidad demográfica se
convertiría desde ahora en una dificultad insalvable.
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