Dr. José Luis Corral Lafuente (Univ. de Zaragoza)
Cuando llegaron los musulmanes al valle del Ebro las viejas ciudades iberorromanas del
valle del Jiloca ya no existían. Quedaba alguna población residual, pero ni un solo
centro urbano de importancia.
Para acabar con esta situación, los musulmanes fundaron Daroca en la segunda mitad del
siglo VIII. En el lugar donde hoy está el castillo Mayor se construyó una fortaleza y al
abrigo de sus pies se formó un núcleo urbano que recibió el nombre Daruqa. La primera
mención documental de la ciudad data del año 837; aparece como ciudad de cierta
importancia en el norte de al-Andalus, donde se había instalado la familia de los Banu
al-Muhayir, que pertenecían a la tribu de los tuyibíes, o árabes del sur, procedentes
del Yemen.
El gobierno de Daroca, tras un breve paréntesis en que gobernaron los Banu Qasi, una
familia de muladíes originarios del valle medio del Ebro, se siguió sucediendo de padres
a hijos dentro de la familia de los tuyibíes y sus miembros fueron leales al poder
cordobés durante los siglos IX y X hasta que en el año 1018 todo el territorio quedó
sometido al poder de los nuevos reyes de la taifa independiente de Zaragoza; y dentro del
reino de Zaragoza permaneció hasta que en 1120 fue conquistado por Alfonso I e
incorporado al reino de Aragón. |