Dr. José Luis Corral Lafuente (Univ. de Zaragoza)
El rey de Aragón Alfonso I derrotó a los almorávides de Cutanda el 17 de junio de
1120 y la victoria en esa batalla supuso la incorporación de todo el valle del Jiloca al
reino de Aragón. En los años siguientes se fortificó Daroca, se instaló una Orden
militar en Monreal del Campo y se inició la repoblación.
© Fabián Mañas Torreón de Cucalón
En 1142, para asegurar la repoblación de estos territorios de frontera, se concedió
un fuero a Daroca en el que se incluían amplísimos términos a los que se otorgaban un
conjunto de derechos, libertades y privilegios desconocidos en la Europa feudal.
El fuero de Daroca que otorgaba iguales condiciones a cristianos, musulmanes y judíos,
se constituyó en un instrumento clave para la atracción de pobladores y convirtió a
Daroca en cabeza de un amplio territorio sobre el cual actuaría como una auténtica
"señora feudal", con plena jurisdicción sobre las aldeas.
El dominio de Daroca sobre las aldeas fue de tipo jurídico-político. Daroca impuso la
fiscalidad y la justicia, por las aldeas no tardaron en promover acciones para zafarse del
poder que los oficiales del concejo de Daroca ejercían sobre las aldeas.
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