Dr. Francisco Javier García Marco (Univ. de
Zaragoza)
Apenas quedan restos de escultura románica en Daroca y su comarca. Se trata en su
mayoría de capiteles y frisos decorados con motivos vegetales, generalmente palmiformes,
situados en los ábsides románicos conservados en San Juan, San Miguel, Santo Domingo y,
por supuesto, Santa María de Daroca. Desgraciadamente, la portada tardorrománica de la
Iglesia de San Miguel está muy deteriorada y no se pueden apreciar los motivos que
decoraban sus capiteles ni su motivo central, cuya impronta permite adivinar una
Pantocrator con los cuatro evangelistas.
Una notable excepción a este panorama en general poco relevante resultan ser los
capiteles figurativos de las ventanas del ábside románico de Santa María de Daroca, muy
semejantes a las obras del románico castellano.
El capitel izquierdo de la ventana situada más al sur presenta una escena
indescifrable muy mal conservada, en la cual sólo cabe destacar un animal cuadrúpedo. El
capitel derecho representa la lucha entre los caballeros Roldán y Ferragut. La ventana
central, decorada con rosetas, muestra dos águilas afrontadas y un ser humano flanqueado
por sendos demonios. Los capiteles de la ventana norte presentan dos cuadrúpedos
fantásticos y una trenza vegetal.
Los capiteles interiores son netamente figurativos, y en ellos se pueden apreciar entre
los desconchones de la decoración gótica la figura de un eclesiástico sentado, una
representación de la Huida a Egipto y de la Presentación de Jesús en el Templo.
En algunos pueblos de la zona se conservan obras interesantes. En Blancas, la imagen de
Nuestra Señora de la Carrasca, con unos sesenta centímetros de altura en una talla en
madera que se identifica con un período de transición entre el románico y el gótico;
la Virgen de los Navarros en Fuentes Claras, del siglo XIII; la Virgen de la Cuesta, de
Odón, del siglo XII; la Virgen de las Masas, en Ojos Negros; las dos imágenes de la
Virgen de la Villeta, del XIII, en Peracense. |