Dr. Fabián Mañas
La versión más breve es la que se contiene el la Carta de Chiva, documento conservado
en el Archivo de la Colegial y que obedece al requerimiento de los habitantes de Daroca al
notario de Luchente; éste, en 1340 reconstruyó el suceso con testimonios de habitantes
de la zona unos cien años después del episodio y que fundamentalmente dice que Jaime I ,
una vez conquistada la ciudad de Valencia, en 1238, decidió cruzar el Júcar y poner
sitio al castillo de Chío, cerca de Luchente. Los cristianos decidieron celebrar una misa
antes de la batalla ; el sacerdote mosén Mateo Martínez, clérigo de San Cristóbal de
Daroca consagró seis hostias para la comunión de los capitanes de los tercios; al
levantar el sacerdote el paño con las hostias vio que éstas estaban empapadas en sangre.
El milagro dio fuerzas a los cristianos que se lanzaron contra los musulmanes y les
derrotaron.
Parece que los tercios de Teruel, Calatayud y Daroca querían llevarse a su ciudad el
paño con las hostias se decidió colocar el paño sobre un mulo y que éste lo llevase a
donde quisiese. El mulo fue a caer muerto en la puerta de la iglesia del Hospital de San
Marcos, junto a la puerta Baja. El paño estuvo depositado en esta iglesia algún tiempo
hasta que se trasladó a la de Santa María.
La narración se fue completando con otros detalles que daban mayor interés al suceso;
el hecho es que se convirtió en el símbolo más representativo de la ciudad.
Detalle de la representación del Milagro de los Corporales
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