Dr. Fabián Mañas
Un modelo singular en la arquitectura turolense, que es no sólo "las más bellas
iglesia del gótico tardío del valle del Jiloca" sino la de mayor interés de
cuantas subsisten del siglo XVI.
Su construcción se llevó a cabo entre el año 1548 en que se contrató con los
maestros de obras Sancho Laguarza y Juan Estala y 1561 en que se construyeron algunos
altares y retablos; bien es verdad que a mitad del siglo XVIII se levantó el cuerpo alto
de la torre en ladrillo y la gran portada.
La iglesia es un edificio de cantería, de planta rectangular con nave de cinco tramos
y capillas laterales entre los contrafuertes, comunicadas entre sí, de manera que se
convierten en naves laterales; se cubren con bóveda de crucería y las tres naves tienen
casi la misma altura ; así, la iglesia tiene traza de gran salón.
© Fabián Mañas Portada de la Iglesia Virgen de la Asunción
El fundamento de la torre parece ser un cubo de piedra del recinto defensivo, integrado
en la construcción, sobre el que se asentó la torre tras el ábside.
La portada, construida hacia 1742, tiene perfil mixtilíneo con un óculo y hornacina
arriba con la imagen de San Miguel. Por debajo de una imposta hay un gran arco rebajado
que cobija la portada retablo con dos cuerpos, el inferior con columnas compuestas y el
superior con salomónicas y estípites, con la imagen de la Virgen como Reina en el
centro.
En el interior destaca el baldaquino del altar mayor construido en 1761 por
Francisco Navarro; el retablo de la Virgen del Rosario.
Así mismo son dignos de destacar los retablos barrocos de San Francisco Javier y del
Santo Cristo, los neoclásicos de la Inmaculada y San Pascual Bailón, construidos ya en
el siglo XI, al igual que las bellas puertas de madera del cancel.
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